Vino, baile y fútbol, es una buena mezcla para hacer un fin de semana casi perfecto.
Siempre el "casi", claro si hubiéramos ganado, ahora todo seria perfecto. Pero haber ido al estadio, aunque la vuelta sea mas dolorosa que estar en casa escuchándolo por la radio, lo hizo diferente, con cierta emoción.
Tal vez sea el inicio de semanas con ese gustillo de incertidumbre emocionante. Quizás ya desde el viaje, se vienen mejores semanas, eso espero.
Pero jugando a la pitonisa el panorama se ve bien. El efecto "sorpresa" y cómo este se desarrolle, es lo que puede hacer que las cosas se vengan bien.
Siguiendo en la línea esotérica, siento una buena vibra y creo no equivocarme en pensar que las cosas se pondrán mejor; Y generar el aura positiva, definitivamente creo que ayudara a que las cosas pasen.
Es un domingo que cierra con buenas conversaciones, que supongo se extenderán en la semana. Termina sin triunfos futboleros, pero con la convicción de que se siente que algo viene bien. Quien dice que incluso en 2 fechas las cosas sean hasta sorprendentes, ja!
Veremos que pasa, pero junio pinta con buenos colores.
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