Es tarde o muy temprano, como mi ánimo de este momento quiera sentirlo. Pero debo ser positiva (nuestra doctrina con Panchito) y mejor me convenzo de que es muy temprano y queda bastante para trabajar, porque de verdad estoy atrasadísima...
Pero esto es un break, mientras que DW se decida por fin a subir los archivos al servidor y yo pueda continuar con "pendientes 2".
Estos últimos días has sido sensibles, pero no por hormonil ni algo así parecido, supongo que hay cosas que me han ido afectando y la cercanía del fin de año también hace que empiece a recorrer con calma y mucho análisis lo que fueron estos 12 meses y sienta una pequeña rareza de balance final.
Bien la cosa es que además el libro que estoy leyendo ("La loca de la casa" de Rosa Montero) ha sido toda una sorpresa y un agrado y ha hecho que me empiece a fijar mas nítidamente en ciertos detalles que claro, tengo asumidos pero que cuando se hacen patentes en palabras escritas, son mas evidentes.
Ella dice que se ha acostumbrado a ordenar sus recuerdos en base a novios y libros escritos y yo creo que todos tenemos algún tipo de medida así, matemáticamente imprecisa, pero muy certera al momento de situarnos en el tiempo.
Mis medidas son canciones y perfumes, no es que lo haya descubierto ahora, siempre ha sido así, pero siento que ahora lo he reafirmado.
El llevar mas de un par de semanas trabajando bastante pegada al computador y escuchando una y otra vez las canciones que "me mantienen" activa a toda hora han hecho que me de cuenta de como todas ellas, pertenecen a algún momento especial de mi vida. No fue para nada cosa de azar haberlas bajado.
Y es increíble como saltando de una a otra puedo pasar de tener 15 y estar en Valdivia a ir cruzando el Golden Gate y sentirme la mujer mas feliz de la tierra, y es un agrado poder viajar en el tiempo, aunque los recuerdos no sean siempre 100% felices, también es bueno darse cuenta como he "avanzado".
Bueno y la otra medida...perfumes, quizás más personal, mas ligada con personas en un momento determinado. Pero es otro "medio de transporte". Los perfumes quedan realmente tatuados en mis recuerdos como algo indeleble.
Han llegado a ser tan importantes que una vez casi obligue a Rafo a comprarse uno, que me tenía absolutamente trastornada (aun de hecho...), porque temía que si continuaba siguiendo en la calle a los hombres a los que les sentía el aroma, me iban a tomar presa por sicópata.
La mezcla mas potente de todas es perfume + canción, simplemente puedo desaparecer del presente en cosa de segundos, y puede no ser fácil volver a la realidad...
Lamentablemente en estos momentos tengo que tener los pies muy firmes y tratar de despejar la cabeza de cualquier pequeño charter que quiera raptarme, por esta madrugada solo esta permitido quedarse en la sala de embarque.
martes, diciembre 13, 2005
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
Qué divertido el nombre de tu libro; "La loca de la casa", te veo en la portada, ilustrada.
Es cierto lo de los perfumes. Yo huelo Old Spice y veo la cara de mi abuelo, es casi como si sientiera en la piel, la sensación de vivir un tiempo pasado. No se entiende nada, pero es que no lo se explicar.
En fin, es temprano y mi cuerpo pide azúcar, perdón lo inconexo.
Besos
JUL.
tu sabes que yo soy la mas inconexa (me lo has hecho presente) asi es que no te preocupes porque te cache perfecto.
Sobre lo del libro, adivina porque me lo compre...
No me digas que en la portada del libro sale un dibujo igual a ti, pero con cara de más loca????
Lo voy a googlear altiro!!!!
JUL.
Publicar un comentario